ENTREGA SEGUNDA (pretendiéndose autobiografía)

     Este es un guiño que el personaje hace a un autor que ya quisiera para sí mismo, y que las musas debieron traerlo hasta mis aposentos a merced del destino, pero se ha de conformar con lo que tiene, que si es listo y quiere seguir en esto de las redes, deberá de buena manera aceptarlo.

Nótese a continuación, que ha dispuesto del único párrafo aprovechable del borrador de marras de la anterior entrega para recrearse en su propia presentación, y que me he limitado a intervenir a modo de escudero (supongo que no será necesario destacar el párrafo del que mención se hace, pues su profundidad destaca sobremanera del resto).

EL ESCUDO DE ARMAS

Escudo de Armas del Capitán Amaro

Esta imagen muestra es el escudo de Armas de nuestro Capitán diseñado por él mismo, del que no se darán detalles por el momento, para aquellos que quieran morir como felinos por las heridas de su curiosidad. Al parecer nuestro personaje, es de un complejo linaje y diversas creencias.

©CapitanAmaro

SOBRE LA ACTUALIDAD

Me han de permitir que sea el propio Amaro quien también acaudille esta sección, por aquello de hacer de este cuaderno de bitácoras de modernidad inusitada, un lugar propio donde acomodarlo y dar cuenta sin tapujos de su ideario, con una imparcialidad tan prometedora como soñada dados los tiempos en que viven, y por añadidura apostillaría de la lucidez de sus pensamientos, será una nueva manera de entender el mundo a los ojos de un  buen y singular cubero.

Y disculpen los tiempos verbales si en algún momento les resultan desafinados, entiendan que a veces como tantas no quisiera, la mimetización del autor con el personaje traspasa las lindes marcadas, aún a riesgo de entrar en disputa. No se lo tengan en cuenta, que tampoco yo (vaya nombres con que bautizáis a los personajes de ahora) las tendré de las suyas. No obstante, muestra de la humildad y talante, estoy abierto, y además aconsejo, corrijan todo aquello que hayan de corregir, pues uno dista leguas de ser un Ilustrado incluso entre sus pretensiones, y aprender es un acto que nos dignifica, porque en ello va el reconocimiento y la aceptación de cuan ignorante recorremos nuestras vidas.

©CapitanAmaro

ENTREGA PRIMERA (a modo de preámbulo)

ntes que el impedimento me halle, les serviré la narrativa de un fugitivo del tiempo, que no quiso historiador para sí mismo y la diera en detalle. El porqué, es un hecho que aún no ha trascendido para mal de las inquietudes de algunos, e intereses de otros tantos que no dan credibilidad a lo poco que de él se sabe, y por responsabilidad he de admitir, que también mantiene en vilo las creencias históricas que asentaban el ideario que un servidor conserva en la memoria;  y algunas de las investigaciones en las que ando sumergido, son inesperadamente inquietantes para la comprensión de nuestro pasado, y la conexión entre algunos personajes de gran calado, incluso en nuestros tiempos, según cuando sean leídas estas letras. 

En aras de un fluido caudal en el entendimiento, versaré esta historia y todo cuanto de este personaje acontezca, con la inventiva limitada entre mis palabras, mezcolanza de lenguas ya guardadas y útiles las que están en curso. Sírvanse pues de la misma en la medida en que os amenice, que si ese no fuere el caso, no ha de dar cuentas en su contra, ni fama que en su lecho lo atormente, más gana quien elude por apatía, que quien por arrogancia convierte su ignorancia en osadía.

Y condescendiente que soy entre otras de mis virtudes y habiendo en lo extenso lo tedioso, daré estocada a este preámbulo con un pequeño escrito a modo de borrador, y que fue hallado con otros tantos entre sus pertenencias, en la que fue, su última restauración del "Santa Catalina" allá por las Carlistas. Un buque del que también se sabe tanto como tan poco y del que nuestro capitán tiene mucho que contarnos. Escrito que han de permitirme mostrar en la próxima entrega por el tiempo que se me va en ello, pues he de dar formato y comprensión a una caligrafía casi jeroglífica, como se muestra en el fondo que aquí se visualiza.

©CapitanAmaro